26 febrero, 2006

REGLAS CLARAS EN EL CONTRATO MATRIMONIALr

En toda relación que nace, existe un momento de singular importancia, y que posiblemente, condicione todo el desarrollo de la misma.
Ese momento se lo conoce como el de "definir la relaciòn". Es una postura inicial entre las personas que se ven , que se enfrentan, que se relacionan, y que se puede traducir , como "el visteo previo", esa actitud de ocupar un espacio, la firmeza con que se lo ocupa, sus l¡mites o posibilidades de proyección.
Definir bien la relación que se formaliza, implica la eliminación de futuros condicionamientos, reclamos, diferencias, etc.
Tan importante es, que de hecho, su planteo firme , puede provocar el final inmediato de la relación.
Y esto que puede aparecer como violento o apresurado, no es mas que evitar que germinen los conflictos que de hecho de se dan en toda relación, por lo menos atenúan su virulencia, o , en su caso , eliminan los fenòmenos de culpa.
Implica una sana postura para que nuestra pareja, nuestro socio, o quien sea, que vaya a participar en esa relación, sepa con quien va tratar, cual es su postura frente a la vida, cual es su proyecto de futuro, que proyección sostiene para el desarrollo de ese nuevo sistema que nace.
El expresar con claridad cuales son los objetivos personales, o a compartir, facilita la negociación, de su observación, aplicación y desarrollo
No podrán , las partes, ante un conflicto que se suscite, (o al menos no podràn darle valor fundamental), sostener la ignorancia de una postura, porque esa postura ya fue claramente expuesta al momento de "definir la relaciòn".
Si podrá negociarse y renegociarse todo, absolutamente todo, pero se lo hará desde una posición de firmeza , sin hipocres¡as, ni temores.

A nivel conciente e inconciente poder percibir, las partes, un claro desarrollo del conflicto, y por ende una clara vía de solución del mismo.
Sabrán, las partes ya desde el inicio, cuales son los objetivos que prioriza cada uno, cual es la elasticidad en la posibilidad de cambio y como evitar conflictos inútiles que deterioran la relación.

Esta y tantas otras, forman parte del abanico de elementos, con los que se debe contar, cuando, quienes inicien una relaciòn, intenten poner cimientos sòlidos, a la ya tan deteriorada convivencia.

Rodolfo N. (..."y detràs de toda gran mujer que?...")