01 julio, 2009

El regreso al hogar...


Cuando ya es inminente abandonar la prisión, una vez cumplida la pena, se le plantean profundas incognitas al "liberado": encontraré‚ a mi familia?, cómo me recibirán? (muchas veces no han sido visitados en meses o años).
Cómo estará mi barrio, los vecinos... ?
Podré conseguir trabajo ?.
Cómo me recibirán mis compañeros?
Y aquí se engendra, muchas veces, el gérmen de la reincidencia.
Aquí éste individuo comienza a tomar conciencia que está solo, que algunos de sus amigos murieron, otros lo ignoran , o "no aparecen". Que su novia se casó con el muchacho de la farmacia...
Que el mundo de la libertad es hostil, y se siente acorralado, asfixiado...
Muchos liberados nos han confesado, que estos son los momentos más difíciles de superar, y en los que más de una vez quisieran volver a estar en prisión.
Sí, volver a prisión, donde había un tiempo para dormir, para levantarse, para asearse, para comer, para llorar...
Su vida estaba pautada, puntualmente pautada, y ahora se sentían solos, abandonados a su suerte, y con el estigma de "ex presidiario".
¿Quién me va a aceptar como empleado u operario cuando sepan mis antecedentes?
¿Quién va a querer ser mi pareja cuando se enteren de mi pasado ?
¿Quién no va a desconfiar de mí, cuando en el barrio ocurra algún asalto o robo ?
Estos y muchos interrogantes mas nos plantearon muchas veces, y lo lamentable es que nuestra sociedad y nuestras instituciones no estan adecuadamente preparadas para contener y reencausar al liberado.
¿Qué jefe de personal va a preferir para su empresa a un liberado , antes que a una persona sin antecedentes penales ?
¿Cuántos no desconfiamos de un "ex presidiario" -como suele llamárselo- cuando ocurre un robo en la oficina, el taller o el barrio ?
Cuantas familias, les cierran las puertas sin siquiera oirlos ...
Nuestra tarea , es entonces, no negar nuestra condición humana.
Somos desconfiados, temerosos, y muchas veces soberbios, y como tal actuamos...
Pero debemos prepararnos para trabajar desde dentro mismo de las instituciones, para reencauzar al detenido en tareas de preegreso, visitar su familia para mejorar la relación en vísperas del reencuentro, y sobre todo concientizar a la población para que entendamos que todos , absolutamente todos, merecemos una nueva oportunidad...
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Rodolfo
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"La vida no es sino una continua sucesión de oportunidades para sobrevivir."
Gabriel García Márquez